Séptima Revisión Acuerdo FMI – Febrero 2024
Proyecciones
En el corto plazo, la economía atravesará un período de estanflación, en la medida en que los precios relativos se corrijan y los desbalances fiscales y externos se reduzcan. Se espera que la inflación disminuya gradualmente y la economía comience a recuperarse hacia finales de 2024 aunque el potencial crecimiento depende de que se adopten las reformas y que la actividad comience a fortalecerse. Se espera que los superávits gemelos (fiscal/externo) crezcan y son críticos para garantizar la sustentabilidad fiscal y externa.
- A medida que se corrijan los desbalances, el crecimiento y la demanda doméstica se contraerán fuertemente, con una recuperación esperada hacia finales de 2024.
- Luego de un salto inicial, se prevé que la inflación disminuya gradualmente.
Se espera que la posición externa mejore fuertemente. Se proyecta que el balance externo pase rápidamente del actual déficit de 3,5% del PBI (u$s 20 billones) en 2023 a un superávit del 0,9% del PBI (u$s 5,5 billones) en 2024, impulsado por una mejora en las exportaciones de granos y una firme política de importaciones, respaldado por una corrección en los desajustes de tipo de cambio. Estas mejoras, fortalecerán la acumulación de reservas (se espera que las reservas internacionales netas crezcan cerca de u$s 10 billones entre diciembre 2023 y finales de 2024, vs pérdidas de u$s 17 billones en 2023). Luego de 2024, los superávits externos sostenibles, especialmente en energía y minería, y flujos de inversiones permitirían la acumulación adicional de reservas por u$s 5-10 billones por año. Se espera que Argentina vuelva a ingresar a los mercados de capitales internacionales hacia finales de 2025. Los pilares del programa serán el ajuste en los tipos de cambio reales, un balance ajustado del sector público, y cambios estructurales en los balances energéticos y de minería.
Medidas de desregulación y de la oferta
-Las autoridades tienen el compromiso de crear una economía orientada al mercado
– Ya se han dado los primeros pasos para incrementar las inversiones y las exportaciones de sectores estratégicos como la energía y la minería. Respecto al sector energético, alinear los precios al consumidor con los precios internacionales, eliminar los límites internos impuestos a las subas, junto con precios de gas y electricidad basados en el mercado, ayudarán a soportar las inversiones en reservas de gas y petróleo y, en consecuencia, permitirán aumentar las exportaciones. También se planea modificar la legislación para reforzar las regulaciones y mejorar los incentivos para las inversiones de largo plazo en energía y minería, incluyendo metales verdes.
Sector energético
Se espera que el balance energético sea positivo en 2024, con un potencial de crecimiento en el mediano plazo.
- En el corto plazo, se incorpora el cambio a un superávit de u$s 3.3 billones en 2024 desde un déficit de u$s 0.6 billones en 2023, reflejando menores gastos por importaciones.
- La finalización de las etapas iniciales para incrementar la capacidad de transporte de gas interno hasta 11 millones m3 por día en 2023.
- La capacidad de transporte se espera se duplique en 2024 a 22 millones m3 y reducir las importaciones de LNG por u$s 3.5 billones.
Más allá de 2024, las siguientes fases de ampliación de oleoductos deberían llevar a que, en el 2025, se reduzcan las importaciones por otros u$s 0.7 billones adicionales.
Posibles riesgos
Existe la posibilidad de incrementar el balance energético, por aumentos en las exportaciones a países limítrofes. Las exportaciones de petróleo crudo podrían incrementarse hacia el 2030 generando un flujo extra de exportaciones de u$s 14 billones anuales.
El potencial exportador de LNG también proporcionaría mejoras, aunque esto requiere de inversiones en infraestructura para la construcción de terminales. Todo esto depende de que se tomen las medidas y políticas correctas en materia macroeconómica, para poder cubrir las necesidades de inversión en el mediano plazo de u$s 40 billones.
Minería
Las exportaciones podrían incrementarse cinco veces en el mediano plazo. El 75% del potencial provendría de las exportaciones de litio (u$s 12 billones) y el resto del cobre (u$s 5 billones), donde se espera comenzar con la producción en 2027, junto con menores cantidades de oro y plata.
Para alcanzar este potencial se requieren de inversiones (u$s 17 billones, con 6 proyectos ya en construcción y más de 70 en etapas avanzadas).
La realización de estas mejoras dependerá de la estabilidad macroeconómica y de los regímenes de inversión. La Ley Ómnibus contenía una serie de políticas para incentivar la inversión, especialmente en el sector energético y de minería.
Será crítico reforzar la transparencia y gobernabilidad de los recursos nacionales, incluyendo proyectos que abarquen la nación y las provincias, así como también que dejen claro el rol de YPF.
En conclusión
Para el año 2030, Argentina estaría generando USD25.000.- millones en Energía, y USD35.000.- millones en Minerales, que sumado a las USD32.000.- millones del Agro, ingresarían divisas en una cuantía inédita en la historia económica del país. Cabe aclarar, que se requieren importantes montos de inversión, estabilidad económica, y un nítido marco normativo que brinde seguridad jurídica, de modo de generar las condiciones necesarias para tamaña inversión.
Director: CP Diego Ponzio
Analista Sr.: CP Daniela Reale